lunes, 1 de noviembre de 2010

La Filialidad: Raíz y fundamento de la Paternidad


Normalmente esta paternidad llega a ser plena y alcanza su expresión más honda cuando una experiencia religiosa de filialidad ante el Padre Dios la ha precedido y acompañado.

Esto quiere decir, en general, que a la larga, solo puede llegar a ser padre, en el pleno sentido de la palabra, aquel que posee, en forma permanente, una profunda vivencia de hijo ante el Padre Dios.

Pero casi siempre tales experiencias de filialidad sobrenatural suponen vivencias semejantes en el plano natural o en relación a transparentes humanos de Dios.

Según la ley de la transmisión de sentimientos, una experiencia negativa de paternidad en relación al transparente humano condiciona esencialmente la relación con Dios. Por eso puede afirmarse con propiedad que tiempos sin padre son tiempos sin Dios. Casi necesariamente tales tiempos están condenados a engendrar a gran escala ateos de todo tipo. Al revés, también vale la afirmación de que tiempos plenos y ávidos de paternidad son tiempos plenos y ávidos de Dios.

P. José Kentenich, MI FILOSOFIA DE LA EDUCACIÓN, 1961